Dónde estoy andando pretendiendo esconderme,
dónde podré mantener mi alma tranquila y mi cuerpo descansando
gritando por un momento soy feliz, estoy quieto
Todas las cosas las sabes,
aún las más pequeñas, todas ellas Te son conocidas
En detalle minucioso todas las cosas Te son presentadas
las ves con tal facilidad, que nada a un lado se ha de quedar
Vergüenza, vergüenza, Tú me das todo y yo te doy tan poco
Padre mío, Padre!!
No hagas caso a mi boca cuando dice ya no querer lo que mi alma a gritos desea
no hagas caso Padre a mi dolor, me he tumbado en caminos oscuros
y ese no soy yo, no quiero ser yo, Padre, Padre
No es mi andar mi correspondencia
sin embargo huyo de Tí tantas veces
y reconozco, y grito inmensamente que nadie es como Tú, ni lo será jamás
Tu eres el Dios de la eternidad
del permanente sostén de la humanidad
Tu eres Dios, Jehová Tu nombre
Descansé en los parajes que me preparaste
bebí del agua que me serviste
refresqué mi cuerpo, nutrí mi alma
contemplé tus maravillas todas
Dejé a un lado mis heridas, mis lágrimas sequé por un momento
miré extasiado las expanciones de tus cielos
miré alborozado lo majestuoso de tu tierra
y elevé mi voz en un gracias por tenerme aquí
quién soy yo, ser pequeño y torpe, de días cortos, de cerviz muy dura
quién soy yo que no me postró ante la excelencia constante de Tu presencia
Preparaste para mi y para todos algo grande e importante
preparaste para mi y para los míos cosas brillantes, hermosas, de rebozar enorme
sin embargo, qué es lo que hacemos
hasta olvidar Tu nombre aún,
lo escondemos cuando llamarlo debemos
Jehová mi Dios, Jehová El Excelso
Jehová de incontables brillos
Jehová de días que no se acaban
Jehová mi Dios, Jehová por siempre
Un ángel tuyo reposa cerca de quienes Te respetan
y les resguarda sus caminos
los cubre todos
Acorde a Tus planes seguirás andando
acorde a Tus disposiciones se seguirá dando
Corto tiempo queda,
nuestros días nos son parcos por propia mano
más la riqueza está cerca
en los andamios que el Creador nos abré y están tan cerca
Solo debo llamar, gritar, torre fuerte será su refugio
en su nombre, en su nombre
en la pelea constante de nuestra naturaleza dada a la maldad
Su nombre he de clamar, torre fuerte llegará, torre fuerte, mi refugio
en su nombre, en su nombre
Y en tales días se ha de brindar con jolgorio grande Tu gloria inacabable
Y las cosas inevitablemente se darán como Tú quieres, como son tus juicios
Y esté o no esté yo ahí, un brindis para el único señor de la eternidad
retumbará desde los cuatro costados de la Tierra.
¡Salud, JEHOVÁ Dios!!!
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