jueves, 27 de febrero de 2014

MILLER

Miller, mi amor, mi niño
Miller, mi hijo, mi sueño
Mi inteligencia al máximo, mi suspiro extasiado.

Miller, mi amor, mi vida
tus lágrimas no serán más
tu llanto por dolor ya no se oirá
Miller, mi hijo, mi rey.

Eres tú quieto y directo
de pocas palabras, de sapiencia
de esa mirada que me encanta
de ese verbo que es tan sabio
Miller, mi amor, mi hijo.

Certeramente no por mí sino por el Inmenso
yo te digo mi tesoro, fuerte serás
te diré mi hijo enaltecido
y en los vientos que traen los tiempos
te vendrán los días grandes y en abundancia
Miller, mi niño, mi amor.

Mi niño, mi rey
Mi hijo, mi concho, mi néctar puro, mi amor, mi niño
escaños habrán en esta vida
más la mirada que das la razón me dará
que será a ti dada la fortuna
que no es más nada de lo que mereces
mi amor, mi niño.

Victoria cantas y cantarás
y así dirás soy rey porque así lo dictaminé
en esos días que son ahora
en esos días que son mañana
en esos días, los días eternos
mi hijo, mi amor, ahí estaré
en el soplo del viento, en el tal vez escueto recuerdo
aún ahí en la fortaleza de mi presencia a tu lado
ahí estaré contigo
mi amor, mi niño, mi Miller, mi rey.

Hoy te digo mi niño, mi amor, jamás te dejaré
contigo estaré hasta el terminar de los segundos
hasta el morir de los suspiros
porque esta vida es hermosa
y en estos parajes sublimes
se pintan tus glorias y las mias
las de los dos, mi niño, mi amor, mi rey.

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