El tiempo se regala a cosas inútiles,
te sientas un día en la vereda de tus meditaciones y no alcanzan tus números para hacer conteo de tus desperdicios.
El tiempo lo regalas a cosas sin valor y las lágrimas no te alcanzan para cubrir los dolores que asoman a estas horas en tu vida.
El tiempo lo entiendes y comprendes su valor
pero conoces que en el fondo tu eres alguien valioso, creado para ser feliz, para disfrutar, para vivir a plenitud; entonces al no ver eso frente a tí, en tus manos, te desesperas y buscas consuelo en lo más fácil, lo nefasto.
Las ocupaciones de tus días unido al ajetrear frente a la injusticia provocada por lo malo nos lleva a creer que nuestra naturaleza no es la antes mencionada; decimos el hombre triunfador es el sinvergüenza, decimos el hombre que gana es el que va por encima de todo, el voraz, el sagaz.
Y creemos esto normal, creemos esto como lo justo a nuestra naturaleza, y ésto no es lo correcto.
Entonces, cuando menos lo acordamos nos dopamos en sitios que nos distraen, que no nos permiten llorar en su momento, que no nos permiten ver claramente que nos vamos perdiendo.
Dónde se quedó tu inocencia, dónde
dónde te quedas tú y tus sueños, dóndedónde te buscaré para extenderte mi mano y decirte estoy contigo
porque donde están dos faltos de fortaleza concientes de cosa tal
sabrán que es más fácil luchar si se está unido
Dónde estás que no te veo
Estás con tus disfraces ante esta sociedad consumista
que te tilda, te encasilla y condena por tontería y tontería
Deshumanizados, deshumanizados
Solos, una pesada escoria dañada por debilidad
éste tajo mortal heredado no lo superamos sin desangrarnos en los deseos propios
Abandonad, abandonad pues, la respuesta es el amor
Decidme que tienes y te consolaré,
Decidme a dónde vas y te acompañaré
la que siempre fuiste
Eres tú, yo lo sé
Creo en tí por siempre hasta el evaporar de mis huesos
Creo en tí por siempre hasta el elevar de tu ser que ha de llegar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario