lunes, 5 de julio de 2010

El toque adecuado


Dónde está el toque adecuado
la maniobra perfecta
en la mente un delirio me hechiza
el pensar que te tendré de nuevo
o tal vez que recién te tendré
he perdido la noción de lo presente porque vivo en un lugar sin tiempo
en un lugar sin habitaciones de descanso apasible

y en campos de regocijo busco doparme
obtener lo que ya no es
más no encuentro en nuevos amores una alegría
quisiera amarte sin límites de tiempo

Cuando la tristeza llega en la noche no me arrebata únicamente la ilusión que se aproxima
no acaba solo con mis sueños de los instantes venideros
viene con su agotadora, angustiosa presencia a lacerar la poca cordura que vive en mí
y se sienta a mi lado y me hace compañía
y converso con ella
y le pregunto de sus cosas
y ella contesta y no me gustan sus respuestas
viene a por mí y por mi tranquilidad
viene a por mí y por mi alegría en los pocos momentos que la hago mía

y desbordes constantes chocan en mi mente
que la hacen subir, que la hacen bajar
que me calman, que me inquietan
respiro profundo doy y calmo el desánimo por un segundo
y vuelve la pena y ya no hay gloria ni en los monumentos escarpados que he levantado

donde se posan todas las miradas acaba mi libertad
pero ella es dada a todos para hacerlos un poco libres
y prisionero me hago de sus ojos
y sus ojos también están aquí, sobre mí, sobre su cuerpo mismo, sobre sus cuerpos de su pertenencia, de sus tratos, de sus pactos
El regocijo llega,
aunque no parezca el llega
en apariencia no hay por qué regocijarse
pero el hecho de tener aún la capacidad de tomar la decisión de si algo es meritorio o no
es ya un regocijo

No hay nada para mi en este lugar
no hay nada para alguien más que no sea el desánimo
hasta un espacio grande a quedado sin ser llenado
porque el espacio mismo se ha ido, huido de la temible desgracia que acompaña al dolor

Ser duditativo bótalo de tí
ser autodestructivo córrelo a los lugares desérticos
donde no hace daño
y aquí está el toque adecuado
donde abrimos la puerta hasta el tope adecuado
donde hacemos nuestra la cautela
pero al temor lo descartamos como una existencia
y tan sólo consideramos ciscunstancia ya esperada pero no natural

"Y todo lo que el hombre espera llegará conforme su paciencia y virtuosidad en el manejo de su inteligencia y administración de su perspicacia"

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