martes, 17 de mayo de 2011

33

Treinta y tres años, hace un año quedado atrás
contando el tiempo que no es mi tiempo
muriendo lento en aturdimiento.

Ahogándose a un paso quieto
frustrando la vida, martirizado por los sucesos.

Y el maestro dice piedad has de otorgar a tu alma
pero el alma a pesar de su vida dotada por la magia de lo magistral
no vive únicamente para ella por ella
vive también por el resto para ella.

El alma vuela en libertad cuando ha dejado de flotar desesperada en este mar agitado que la golpea a toda ella.

No encuentro un tranquilizar a esto que siento
no siento un quedarse quieto, un ver una salida.

En mal agradecimiento dicen todos que chapoteo
sin embargo digo no, no son así solas las cosas.

En un texto, en dos palabras, en un año, en una vida reducida a cosas parcas, a lamentos desorbitantes.

Nadie me ha conocido ni me conocerá si a veces hasta dudo de mis mismos conocimientos respecto a mí
Pero que pasó? dónde me perdí, en que estación me quedé esperando lo que nunca ha llegado ni lo que a por ello he ido yo.
Vaya panacea equivalente a un milagro!
aquella maravilla no anda rebotando para capturarla en su levantar hacia mí
Eso es nada, es una hecho inexistente
No llega, no se da, no se ata porque no está, no se desata porque nunca se tuvo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario