Oh boca torcida, herida lasciva por tu soltar
Oh lengua embadurnada de las notas de pesar
Oh mirada grande, mirándome a los ojos sin un pestañear
Oh vista que me juzgas y a tu tiempo te das este malestar
En dónde ha de parar el cantor de las notas de dolor
A dónde llegará el pastor de las ovejas sin redentor
Oh lascivia! Oh, corta tu vida!
Oh perdida inquietud, es vana tu negritud
Oh perder de la terca indolencia
a dónde crees que te llevará tu permanencia?
Llevando y trayendo
Yendo y viniendo
aprendiendo y enseñando
cazando y siendo presa
Oh mirada grande, mirándome a los ojos sin un pestañear
Oh vista que me juzgas y a tu tiempo te das este malestar
Yendo y viniendo es éste tu seleccionar
Llevando y trayendo es éste su funcionar
Cazando y siendo presa es dable el empezar
Aprendiendo y enseñando es ésto el suave realizar.
Cambiando el futuro, cambiándolo nuevamente
Cambiándolo en una manera desconocida que no conozco ni en esta noche
Cambiando el caminar de mi mañana
no sabiendo tan siquiera por dónde caminaré en la plenitud del sol de unas cuantas horas más
Y clama al desconocido
Y llama al bien sabido
Clama, grita a la noche el revelar el dato
Clama, llama, pide la llave, pide el ver, mira en un observar distinto
Oh llama mía!
Fuego que consume, agua que me da la vida!!
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