Por qué no te dejo sino me quieres
Por qué sigo aquí esperando la nada, el vacío
Por qué sigo con este lado intempestivo
Por qué no me resigno a perder
Por qué respeto tu lado en la cama
Por qué esta herida no sana
Por qué mi llanto no cesa de su eterno fluir
Dime por qué, qué me hiciste
Dime por qué, qué me diste
Dime aupando mis penas, tocándome esas notas que me gustan
Dime mirándome, escuchándome
Dime por qué
Por qué no fui yo ese aquel que soñé
Por qué no fui yo ese tal que te dije
Dime por qué, aunque ya lo sé
Dime que soy, aunque también lo conozco
Por qué no te olvido, no te aparto de esa música
Por qué no te saco, no te aparto de mi cuarto
Por qué me acompañas en mis caminos
Por qué te dibujo en mis proyectos
Por qué te veo donde no estás
Por qué te siento donde ya no tocas
Dime por qué sigue esta nota asomando en mi memoria
Dime por qué sigue aquí espantándome como un fantasma
Dime qué tengo que hacer aunque no lo haga, para arrancarte,
para hasta tal vez odiarte
Dime qué es
Dime que hago en esta ida
Dime como huyo de mi venida sin ti
Dime a ciencia cierta donde está el elixir para borrarte,
dímelo aunque no lo haga
Por qué sé que responderás sin responderme
Por qué sé que vendrás como nunca llegas; en el sueño,
en el parco esbozo de alegría que llega de tu voz y de tus letras
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